Sintonía y devoción con Santa Teresa de Jesús y Santa Teresita del Niño Jesús

Sintonía y devoción con Santa Teresa de Jesús y Santa Teresita del Niño Jesús

El mes de octubre nos trae la celebración de dos santas carmelitas a las que el P. Juan sitúa como modelos e intercesoras, viendo en ellas un ejemplo de mujeres apostólicas sacerdotales: Santa Teresa de Jesús y Santa Teresita del Niño Jesús, unidas por su amor al sacerdocio y por la ofrenda de su vida por la santidad de los sacerdotes. Así lo recoge la Santa española -de quien hemos conmemorado, el pasado 27 de septiembre, el 50 aniversario de su proclamación como Doctora de la Iglesia-: «Lo principal para lo que el Señor nos juntó en esta casa, y por lo que yo mucho deseo que seamos algo para que contentemos a Su Majestad […], que lo que hemos de pedir a Dios es que […] a los capitanes de este castillo o ciudad, los haga muy aventajados en el camino del Señor, que son los predicadores y teólogos; y pues los más están en las religiones, que vayan muy adelante en su perfección y llamamiento, que es muy necesario».

Lo mismo consignaba Santa Teresita reflexionando sobre su vocación-misión: «¡Qué hermosa es, Madre querida, la vocación que tiene como objeto conservar la sal destinada a las almas! Y ésta es la vocación del Carmelo, pues el único fin de nuestras oraciones y de nuestros sacrificios es ser apóstoles de apóstoles, rezando por ellos mientras ellos evangelizan a las almas con su palabra, y sobre todo con su ejemplo…».

No es de extrañar que el Siervo de Dios profesara una gran devoción a las dos santas carmelitas, poniendo a la Santa abulense como Patrona de su Instituto. Recuerda una de las primeras Siervas: «En cuanto a los santos, tenía devoción principal a San José, su humildad; y a santa Teresa de Jesús, de tal manera que la puso como patrona del Instituto y sus escritos eran fuente fundamental en nuestra formación».

Al final de sus días, el P. Juan quiere compendiar todo el espíritu del Instituto en un pequeño libro, Mi Legado, que ofrece a las Siervas con ocasión de sus Bodas de Oro sacerdotales. Allí sitúa a las dos Teresas, junto a Santa Catalina de Siena, como modelo de mujeres apostólicas sacerdotales. Su particular visión de la mujer y su asociación a la vida y ministerio de los sacerdotes es un aspecto lleno de riqueza que queda todavía por descubrir y profundizar.

Se entiende, así, la continua relación del P. Juan con las Carmelitas Descalzas (sobre todo de Plasencia, herencia de D. Pedro Ruíz de los Paños) y su veneración por la vida contemplativa.

Los lugares teresianos eran para él meta de continuas peregrinaciones y ocasión para formar a los seminaristas, primero, y luego a sus hijas en el espíritu de la Santa. «Algunos años íbamos el martes de Pascua de excursión a Alba de Tormes. Se celebraba Misa ante el sepulcro de Santa Teresa y por la tarde íbamos campo de expansión. Aún recuerdo la unción con que nos exhortaba a la oración a ejemplo de Santa Teresa; nos sugería el compromiso de aquella visita: que compráramos y leyéramos las obras de la Mística Doctora», recuerda un antiguo seminarista de Salamanca. Y en el mismo sentido, dice una Sierva: «Nos llevaba de excursión, como expansión, por ejemplo a Ávila a visitar los lugares de Santa Teresa; esto es una manifestación de la preocupación que tenía con respecto a nosotras». Y otra: «Aunque falleció antes de celebrarlas, la Unión de Familiares quisimos darle una fiesta con motivo de sus bodas de oro sacerdotales que estaba cercano a cumplirlas. Nos pidió que preparásemos para que pudiese decir la Misa en el Monasterio de la Encarnación. En su homilía, hablando de santa Teresa de Jesús, se transformó y nos causó una honda impresión a todos los que allí estábamos».

Son frecuentes en sus escritos las referencias a la Santa, tanto en sus apuntes personales como en los guiones de meditaciones y predicaciones tanto a seminaristas, como sacerdotes y Siervas. De Santa Teresa aprendía el Siervo de Dios el amor a la Humanidad de Nuestro Señor Jesucristo, el amor a la Eucaristía, a Cristo oculto en el Sagrario. Al Corazón de Jesucristo, Sacerdote. Entre sus resoluciones de Ejercicios encontramos, entre otras, estas: «Pedir a Santa Teresa que me saque de la inconsciencia y rutina». Y recomendaba a una Sierva por carta: «Leo todos los días un ratito a Santa Teresa. Vi una bonita representación de tres escenas de su vida en la Basílica madrileña de la Santa. ¿Tu ideal?… como ella, cada día más vacía de ti y más llena de Jesús».

Fernando del Moral Acha
Sacerdote de la diócesis de Madrid

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