Necesito acentuar el espíritu de fe y confianza: de audacia santa y de abandono filial en Dios.
Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, por mediación de María,
Reina de los Apóstoles, te damos gracias porque quisiste
darnos en tu siervo Juan un modelo de ardiente caridad y
celo por la santidad sacerdotal.
Te rogamos nos concedas por su intercesión la gracia de… y,
sobretodo, la de vivir sus virtudes, su amor a Ti y a la Iglesia,
y la de verle algún día glorificado en el culto de los santos. Amén.
(Padrenuestro, Avemaría, Gloria)
(Con licencia eclesiástica. Para la devoción privada. Esta oración no tiene finalidad alguna de culto publico)