Descargar la Hoja informativa nº 64.
Causa de canonización del Venerable Juan Sánchez Hernández
En el año 1925, Juan Sánchez Hernández fue ordenado sacerdote y asumió su primer destino como Prefecto de alumnos en el seminario de Toledo. Desde ese momento, su vida se convirtió en una ofrenda silenciosa: un servicio generoso hacia los seminaristas y sacerdotes, con el deseo profundo de formar hombres íntegros, bien preparados, con la meta clara de santidad, sirviendo a la Iglesia desde la caridad pastoral.
Esta caridad pastoral, vivida como Sacerdote Operario, se extendía hacia todas las vocaciones: la vida monástica, religiosa, los laicos, las familias, y de manera especial, los enfermos y encarcelados. Ejerció este apostolado con particular intensidad en Plasencia, a pesar de llegar allí enfermo, afectado por una tuberculosis fibrocaseosa que contrajo durante su destino en Burgos. Fue tratado en el sanatorio de Panticosa, donde comenzó su recuperación. La experiencia de la enfermedad marcó profundamente su biografía, aprendió a vivir con ella, y a abrazarla desde la fe como expresa en su diario espiritual:
“Ahora es cuando me doy cuenta perfecta de que realmente estoy enfermo, de carácter crónico… ¡Bendita sea mil veces la mano de nuestro buen Dios, que se ha dignado a favorecerme con esta preciosa cruz, a la que, de mi parte beso y adoro, recibiéndola como un delicado obsequio de nuestro Señor y ofreciéndome para sobrellevarla por el tiempo que Él tengo decretado en sus adorables designios”.
